En las calas de la costa sur de Menorca, allí donde terminan los típicos "barrancos", han ido siendo localizadas distintas necrópolis de época talayótica, todas ellas basadas en la excavación de hipogeos o en el aprovechamiento de cuevas. Nunca, en cambio, han sido hallados núcleos de población más o menos estable, hecho que respondería a la idea de dejar una tierra de nadie que protegiera los poblados del interior al hacer difícil el avance desde la costa. Lo que sí han sido reconocidas son toda una serie (serie hasta el momento bastante corta) de construcciones que parecen tener un carácter claramente defensivo, posiblemente relacionas con algún tipo de pequeños establecimientos con una economía basada en el mar.

Se trata de muros de una cierta potencia levantados en cabos, acantilados y zonas de fácil defensa cercanas a alguna fuente y a algún tipo de cala o puerto natural. Los edificios que pudieran existir en el interior de los recintos que les protegían prácticamente han desaparecido, pero parece que serían de materiales poco consistentes, lo cual, junto con la técnica tan poco talayótica de construirlos, hacen pensar en establecimientos de tipo colonial.